Estamos habituados a utilizar prendas de lana en nuestra vida diaria, sobre todo en invierno, pero ¿conocéis las razones por las que se esquilan las ovejas y qué características tiene esta fibra? Desde aquí queremos que conozcáis la historia de la lana de un modo sencillo y didáctico.
Esquilar las ovejas
Una vez al año, cuando llega la época estival, es necesario esquilar las ovejas. Se trata de cortar el pelo de los animales para aliviar el calor de esta época y que se encuentren mucho mejor en este sentido. Otra de las razones por las que se esquilan las ovejas es eliminar parásitos que se quedan adheridos al pelo por lo que desde el punto de vista sanitario también es una práctica totalmente recomendable.
Para realizar esta operación es necesario reunir a los animales, que su lana no esté mojada ni húmeda, contar con las herramientas necesarias y, lo más importante, que la realice un profesional con experiencia. Aunque pueda parecer una operación relativamente sencilla es importante contar con los conocimientos y la pericia necesarios para no cortar la piel del animal y provocarle heridas que pueden ser muy perjudiciales en esta época ya que una infección afectará gravemente la salud de la oveja.
Durante siglos se ha obtenido la lana de las ovejas y para extraerla se han utilizado distintas herramientas. Hoy en día los esquiladores utilizan máquinas eléctricas para este cometido, muy parecidas a las que se utilizan para cortar el pelo de las personas. Anteriormente se utilizaban tijeras pero es un proceso mucho más lento aunque más saludable para el animal puesto que no se eliminan el cuero ni la grasa de su piel.
La lana de mejor calidad es la de ovejas con una edad de entre tres y seis años y dependiendo de la raza podemos hablar de lana fina o lana gruesa y la cantidad por animal varía en función de este mismo factor.
Propiedades de la lana
La lana es un material muy útil para nuestra vida diaria. Tradicionalmente la hemos utilizado para obtener telas para abrigarnos pero hoy en día sus usos van mucho más allá. Sus principales propiedades son las siguientes:
- Es un material Resistente. Para elaborar el hilo es necesario que pase por distintos procesos que otros tipos de materiales no aguantarían sin romperse.
- La lana posee mucha Elasticidad ya que las fibras están plegadas entre sí. En caso de que se estire demasiado la fibra podría romperse pero en condiciones normales de uso vuelve a su posición inicial sin inconveniente.
- La lana es Higroscópica, es decir, absorbe la humedad ambiental y la pierde cuando hay sequedad. La lana es, de todas las fibras naturales, la que más humedad absorbe, llegando hasta un 50% de su peso.
- Es Flexible. Las fibras de lana pueden doblarse con facilidad sin romperse. Gracias a esto se pueden obtener tejidos resistentes e hilos de calidad.
- La lana es resistente al fuego, no arde, no se derrite ni gotea. Al quemarse tampoco se pega al cuerpo.
- Es Resistente a las manchas, ya que posee una capa que impide la absorción de las manchas.
- La lana, al ser un producto natural, es biodegradable. Este material se degrada en seis meses en la naturaleza.
Mantenimiento de la lana
Para que la lana se mantenga en óptimas condiciones debes lavarla con agua fría y tratándola con cuidado para evitar que la prenda se deforme. A la hora de secarla también es importante que no la colguemos para evitar estas mismas deformaciones. Debemos recordar que la lana es higroscópica y que absorbe una gran cantidad de agua. Si lo deseas, también puedes limpiar en seco tus prendas de lana.
Como ya sabes, la lana es un producto íntimamente ligado a la cría de corderos en cualquier lugar. Ahora que ya conoces las características principales de este tipo de fibra natural imaginamos que la utilizarás mucho más en tu vida diaria.
Esquilar una oveja es algo íntimamente ligado a estos animales y mejora notablemente su calidad de vida y para todos nosotros, miembros de la Asociación de Productores de Cordero Serranía de Cuenca, esto es fundamental.