Este mes de septiembre la ciudad de Cuenca celebra la festividad de San Mateo, un hito muy importante en su historia ya que en esas fechas del año 1177 el rey Alfonso VIII de Castilla reconquista la ciudad a los musulmanes.
Los musulmanes fundaron la ciudad entre los años 950 y 1032, según las pruebas del carbono 14 realizadas a distintos hallazgos en el antiguo torreón que se conserva como parte de la muralla de Cuenca.
En el siglo XII había en la ciudad un pastor de avanzada edad, Martín Alhaja, que profesaba la fe cristiana y que cada día salía de Cuenca con su rebaño para alimentar a sus ovejas. Un día este hombre se presentó ante los soldados cristianos que asediaban la ciudad y les propuso un plan para entrar en la, hasta ese momento, inexpugnable ciudad de Cuenca.
El plan de Martín Alhaja para la reconquista de Cuenca era sencillo pero podría dar resultado. Martín siempre entraba a la ciudad al anochecer por la puerta del Aljaraz, actualmente conocida como puerta de San Juan, que estaba custodiada por un musulmán ciego que contaba el ganado que accedía a la ciudad palpándolo.
Los soldados de Alfonso VIII despellejaron algunas ovejas y se pusieron las pieles con el objetivo de engañar al ciego. Una vez dentro de la ciudad de Cuenca se deshacen de los centinelas y abren las puertas para que entre el ejército de Alfonso VIII.
San Mateo y la reconquista de Cuenca
Esto sucedió, según cuenta la historia, el 20 de septiembre del año 1177 y horas más tarde, en torno a las 5 de la madrugada, la ciudad fue tomada por los soldados cristianos y el rey Alfonso VIII recibe las llaves de Cuenca.
El día 21 de septiembre, festividad de San Mateo, se celebra la reconquista de Cuenca con distintos actos cívico religiosos, entre los que destaca la suelta de vaquillas enmaromadas por la Plaza Mayor y sus alrededores. Desconocemos si esta tradición comenzó en 1177 porque el documento más antiguo que se conserva y se habla de ello data de 1581.
Como podéis ver, la astucia de un humilde pastor y de su rebaño de ovejas y corderos fue una parte indispensable para la reconquista de Cuenca y el avance de los reyes cristianos al resto de la península ibérica.
Siempre hablamos de la importancia de la carne de cordero Serranía de Cuenca, de la lana y sus aplicaciones pero históricamente tanto las ovejas como sus pastores están presentes en muchas aventuras como esta.
Esta muy bien 👌👌👌👌👌